Curso incierto en Oriente Medio: ¿Irán llevará la guerra a territorio de EU?

Curso incierto en Oriente Medio: ¿Irán llevará la guerra a territorio de EU?

Tomado de https://contralinea.com.mx/feed/

El doble bombardeo de Israel y Estados Unidos a las tres zonas de las plantas nucleares de Irán dio un vuelco en la situación estratégica del conflicto, porque la intervención directa del gobierno de Donald Trump en la guerra modifica los términos de la misma, en cuanto a los actores directos y el tipo de armamento utilizado en las acciones bélicas, a pesar de que es sabido que la tecnología satelital de Estados Unidos y la OTAN coadyuva con información privilegiada a la localización precisa de los objetivos de ataque del ejército israelí, que hace alarde de operaciones quirúrgicas para asesinar a los altos mandos militares y a los dirigentes políticos de Irán y sus aliados, en lo que irónicamente denominan “asesinatos preventivos”, parafraseando la doctrina militar de la época de George Walter Bush de los “ataques preventivos”.

Trump es un presidente que ha inaugurado una forma distinta de ejercicio del poder, mediante la cual el cumplimiento de sus promesas de campaña privilegia la evasión de las nomas de restricción jurídica-política y busca siempre jugar en la línea de las atribuciones contempladas para casos de emergencia nacional. Ello lo vuelve impredecible, además de usar el engaño y los distractores declarativos para asestar golpes importantes, en situaciones determinadas a los adversarios o enemigos. Ejemplo de ello es que dijo que en dos semanas tomaría la decisión de atacar o no territorio iraní, y preparó y realizó el ataque en tres días. Era una decisión tomada que sólo afinó para su realización, concentrada en las instalaciones nucleares. Nuevamente el engaño para golpear por sorpresa con contundencia.

El tipo de operación militar realizada evitó –desde su lógica– una intervención más directa en los combates entre Irán-Israel, con lo cual disminuyó la oposición dentro de Estados Unidos a su actuación. No atacó al ejército iraní ni a sus mandos políticos ni religiosos, pero ello no evitó una furiosa reacción en su contra desde el poder islámico iraní. Ello ha exacerbado los combates y la destrucción en ambos países, lo que llevará años reconstruir y miles de millones de dólares.

Sobre la guerra y los ataques que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha fijado como objetivo, el expresidente Bill Clinton afirmó: “la lucha contra Irán […] le permite permanecer en el cargo indefinidamente. […] Él ha estado allí la mayoría de ese tiempo, en los últimos 20 años”.

Clinton consideró que “debemos intentar desactivarlo, y espero que el presidente Trump haga eso, que alguien allí haga eso. Debemos detenernos y convencer a nuestros amigos en Medio Oriente de que los protegeremos, pero elegir guerras no declaradas en donde las principales víctimas son civiles que no están involucrados, no es una solución muy buena” (www.jp.com).

Es muy calara la valoración hecha por Bill Clinton: la ultraderecha en Israel ha encontrado en el régimen teocrático de Irán y, particularmente,, en el programa nuclear una fuente de fortaleza y legitimidad interna para hacer la guerra una y otra vez, terminar periodos de ejercicio del poder, irse y regresar con las mismas banderas de agitación política. Dice Clinton que lo ha hecho por dos décadas. Estados Unidos no debe estar en ese juego, porque es evidente que, en esos términos, Netanyahu a usado a los presidentes estadunidenses y no al revés, como pareciera a simple vista. Estados Unidos entra a pelear las guerras que la ultraderecha israelí con Netanyahu al frente quiere, tarde o temprano. Es un gran privilegio sin duda.

Jeffrey Sachs –uno de los más conocidos estrategas financieros en Estados Unidos– refrenda esa opinión con algunos matices, pero es más preciso: “Estados Unidos ha sido parte de las guerras de Israel. Netanyahu no quiere la paz, quiere ganar, desea todo el territorio y no acepta dos Estados y los derechos palestinos. Estados Unidos debe decirle a Israel: vamos, hay un límite y ya lo has superado: 53 mil mujeres y niños han perdido la vida. […] Debe decirle: ‘te pasaste de la raya’”.

En otros términos, si estos testimonios de personalidades muy bien informadas son representativos y, sin duda lo son, en el actual conflicto militar se entiende que Trump compró una guerra parcialmente que le va a traer más problemas que beneficios, aunque bien necesitado está Trump de ofrecer una imagen de acciones exitosas de su gobierno, dentro o fuera de EU. Habría que aplicar a este bombardeo en Irán el método de la evaluación de costo-beneficio.

El senador demócrata identificado con el ala izquierdista de su partido, Bernie Sanders, ha declarado al respecto: “esto es una locura”. Además, calificó la acción de ser “groseramente anticonstitucional”, porque es sabido que la única entidad que puede llevar a ese país a la guerra es el Congreso. “El presidente no tiene ese derecho”. Aquí hay una tesis implícita en el sentido de que Trump –como es su forma de ejercicio del poder– se auto asigna por la vía fáctica poderes de guerra que no le han sido otorgados constitucionalmente. No importa lo restringida que haya podido ser la operación militar en las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahan en Irán, el hecho incontrovertible es que se involucró ilegalmente a Estados Unidos en “una guerra no declarada”, y se trata de disfrazar de “un momento histórico para Estados Unidos, Israel y el mundo”. Increíble, el desprecio que le merece el marco constitucional de su propio país al presidente Donald Trump.

Bernie Sanders mismo ha adelantado que planteará una iniciativa de ley que prohíba al presiente iniciar la guerra contra Irán sin autorización del Congreso, lo que pareciera reiterativo, pero a la vez sería muy específica la prohibición.

Las operaciones de engaño del presidente Trump no tienen límites éticos: bombardea Irán y lo amenaza con volver a hacerlo, y ahora se afirma que Irán es el responsable de avanzar hacia un acuerdo de paz; es decir, el país agredido es quien carga con esa responsabilidad. En un alarde de servilismo con Trump, gobiernos europeos declararon en tono de aprobación del doble bombardeo a las instalaciones nucleares, “que Israel tiene derecho a defenderse”. Inaudito, el cinismo político. La narrativa europea es una verdadera burla a la inteligencia humana. La CIA declaró públicamente que no hay evidencias de que Irán esté preparando la fabricación de una bomba nuclear, lo que el presidente refutó a sus propios servicios de inteligencia. Y cuando la opinión pública internacional sabe que tanto Israel como EU, con Donald Trump, se retiraron del acuerdo con la Agencia Internacional de Energía Nuclear de la ONU, sobre dicho programa de Irán. El cinismo no tiene límites.

Nadie cree que Israel libra una “guerra defensiva” en Oriente Medio y en Levante. Históricamente no es así: libra una guerra de ocupación y expansionismo militar en tierras palestinas ocupadas, en Cisjordania (incluida Jerusalén Este), en Gaza, en los Altos del Golán (Siria), (arte importante del sur de Líbano, ocupadas en sucesivos hechos de guerra en los años 1967, 1980 y 1981, reconocidas como hechos contrarios al derecho internacional a través de la resolución 242 (S/RES/242) de Naciones Unidas, quien ha llamado reiterada e inútilmente a su devolución. Sólo han sido reconocidos como hechos legales por Estados Unidos, como nuevas fronteras. Lo único que ha devuelto es la península del Sinaí a Egipto junto al tratado de paz entre ambos Estados, que le costó la vida al presidente Anuar el Sadat).

EU se alimenta de las guerras libradas a lo largo de su historia, unas necesarias de desarrollarse, pero la inmensa mayoría construidas con planteamientos ideologizados a partir de realidades conflictuadas: sus “bombardeos preventivos” en más de 30 países siempre van acompañados de la voluntad de “cambios de régimen” en los Estados agredidos. Hoy se ha reconocido ya por el presidente Trump lo que adelantó en una alocución televisada luego del bombardeo israelí a las plantas nucleares el primer ministro de Israel, Netanyahu: desean ambos un cambio de régimen en Irán. Esta es la dirección actual que tomarán los esfuerzos políticos y de guerra de la dupla infame de los gobiernos Israel-EU: derrocar al gobierno actual en Irán.

Es importante considerar que mientras para Israel y el gobierno estadunidense los enemigos a vencer son los pueblos árabes y el persa, salvo los gobiernos de esas naciones q se les sometan, en tales pueblos existen agravios muy sentidos contra ambos gobiernos, profundos, de cuyo núcleo histórico han surgido muchos grupos “irregulares” que podríamos pensar que conforman una red de colectivos armados en toda la región de medio oriente, Siria, Egipto, Arabia Saudita, Líbano, Qatar, países del Golfo Pérsico, y algunas regiones de Asia Central, como sus países de surgimiento y origen.

En realidad, esta red es muy extensa y se ubica también en otras regiones y países, en muchos casos incluye grupos de posición acomodada, educados de clases medias y altas, dentro de un primer nivel jerárquico, luego en una segunda posición, organizaciones y grupos articulados con el segmento anterior que se imbrican en la lucha, en las estrategias, como grupos o células locales, con importante autonomía operativa, con recursos propios; y un tercer nivel, digamos en la base piramidal, de muy diversos grupos de activistas, poco entrenados y con mínimos recursos, células digamos más independientes dispersos, pero ideológicamente afines, que ocasionalmente tratan de articularse con el primero o segundo nivel, buscando apoyo en recursos diversos para realizar determinadas acciones militantes.

Por ejemplo, los dos primeros niveles se manifestaron al principio de la guerra, grupos con alta educación y posición acomodada que apoyaban a Hamás y rechazaban los ataques indiscriminados de la aviación israelí a finales de 2024 sobre Gaza, vistos en reuniones y videos que se dieron a conocer en Qatar.

Pero el caso más significativo es el de las llamadas “células durmientes” que pueden permanecer inactivas durante varios años, pero están posicionadas en los más diversos países y regiones, incluso de occidente y EU, con sus propias agendas regionales o nacionales, conformando así una suerte de red global jerarquizada con distintos niveles de recursos, organización y programa de actividades o estrategias. Forma organizativa que fue la propia de Al Qaeda y se ha replicado en general en el caso de la causa palestina, o de la defensa del Islam contra “los infieles”, grupos que, en todos los casos, pueden realizar operaciones armadas de distinto tipo.

Existen otros grupos no organizados en red para una causa en común, que se agrupan como colectivos armados sobre plataformas de reivindicaciones nacionales que actúan con explosivos contra poblaciones de otros países que consideran “ocupantes” y pueden actuar mediante el terror para tratar de acelerar la desocupación de sus territorios, son reivindicadores territoriales esencialmente.

Ante la declaración de Netanyahu de llamar al pueblo iraní a rebelarse contra su gobierno, y la aseveración de Trump de que verían con agrado un cambio de régimen, la respuesta del gobierno teocrático y republicano en Irán es radicalizar la confrontación. En la primera variante de lucha mencionada, está llevar las próximas batallas al territorio de EU mediante sus grupos afines de la red o de grupos independientes a quienes Irán proporcione los medios de acción y lucha. Este sería un paso muy delicado, explicable por la ira que produjo el ataque de EU, pero dicha modalidad de lucha necesariamente sería mediante actos violentos que afectarían población civil indefensa, de ser el caso.

Lo afirmo porque una decisión táctica y políticamente poco redituable puede proyectar la aceptación a las barbaridades del presidente Trump a niveles absolutamente inconvenientes, creo, al contrario, debe buscarse aumentar el aislacionismo interno en esta materia de su gobierno. Hoy Forbes México dio a conocer una encuesta en Estados Unidos en donde el 79 por ciento de los encuestados manifestó su temor a que Irán ataque población civil en represalia al bombardeo sufrido.

Otra cosa es el ataque militar a las bases de EU que ocupan tropas con armas de distinto tipo, allí estamos hablando de enfrentamientos con el ejército estadunidense, que fue quien atacó las instalaciones nucleares, aunque Irán privilegia el ataque a las bases emplazadas en Oriente Medio. Y esos objetivos están dispersos por toda la región, y esto es lo que precisamente hoy hizo Irán: atacó con misiles las bases militares de EU en Doha, Qatar, la base aérea Al-Udeid, y también en Kuwait. El gobierno de Qatar alega ya violación a su espacio aéreo y habla de “contrataque”, pero también pidió regresar a las negociaciones con Israel (El Heraldo, 23 de junio).

Pero EU está también alerta porque considera la posibilidad de ser atacado en su propio territorio con “células durmientes”, de la red islámica, que habiten en la Unión Americana. De igual manera, la aprobación en Irán de cerrar el estrecho de Ormuz de gran tránsito de los buques petroleros, porque a esta hora, hay ya buques tanque detenidos lo que ha trasformado el Golfo Pérsico en una zona marítima de altísima conflictividad, incluso, también militar. Es de esperarse acciones de la alianza atlántica en la zona en los próximos días que llevaran la guerra fuera de los territorios de Irán e Israel, si bien cercanos a Irán.

Los grupos más conocidos y alineados con Irán son: Hezbolá (1982, el más poderoso con unos 100 mil militantes armados y no, organizados y asentados en Líbano e Irán, principalmente), Hamás o Movimiento de Resistencia Islámica (1987), poderoso también que abrazó por su origen la causa palestina, gobernó en la Franja de Gaza y está presente en varios países, especialmente en Qatar y Bahrein; Huties en Yemen, movimiento armado combativo asentado en pocos países, organizado en forma jerárquica militar, milicias armadas en Siria e Irak (Fuerzas de Movilización Popular) y las Brigadas Ibram Alí de tendencia religiosa Chií, la Yihad Islámica Palestina asentada en Gaza y con ramificaciones en otros países de la zona, como Irak. Se ha estimado que Irán destina anualmente al financiamiento de estos movimientos afines unos 100 millones de dólares. Y principalmente a través de la fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria que el jefe militar Soleimani controló hasta su muerte, organiza y entrena combatientes con milicias aliadas y les proporciona armas.

El problema fundamental es que, para los Ayatolas de Irán, como para Hezbolá, de la misma manera que lo fue para OLP- Al Fatah liderada por Yasser Arafat (casi hasta casi el final de su vida), Israel debe ser destruido como Estado Nacional, lo cual le da mucho margen de acción y propaganda a la ultraderecha más conservadora de EU e Israel, así como a las monarquías conservadoras del Golfo Pérsico, por mencionar sólo a estas.

Esto se va convirtiendo en un terrible e inmenso galimatías geopolítico y estratégico que quiénes podrán resolverlo, quedando así garantizada sin ello, la inestabilidad de corto y mediano plazo de Oriente Medio, que en realidad hace décadas que no la tiene, si no es que no la ha tenido desde el término de la segunda guerra mundial.

El papel y ubicación de Irán es geoestratégica, su geoeconomía lo es también, pero hay factores más relevantes que pensar en el petróleo y el gas como el motor fundamental de la conflictiva geopolítica y estratégica en torno al país persa, que ha sido una inmensa divisoria de los grandes imperios de la antigüedad (del imperio ruso y del imperio británico) y de las grandes potencias de hoy en la emergencia de las grandes potencias de la magna región continental de Asia, Rusia, China y la India, y las potencias occidentales, quedando justamente Irán e Israel en una zona de gran valor, cercana a la inmensa África del Egipto amigo de Israel, cuyo modelo de paz con Israel a pesar de todos los agravios sufridos, se replicó con Jordania y estuvo a punto de firmarse con Arabia Saudita, el país “de los dos lugares santos” como lo refería Osama Bin Laden. Hablaríamos de una lucha librada por Irán con dos tipos distintos de guerra: la guerra simétrica entre ejércitos con Israel, y la guerra asimétrica con grupos afines en distintos territorios contra Israel y Estados Unidos.

En consecuencia, me inclinaría a considerar que las razones de orden territorial geopolítico y estratégico, en un contexto de emergencia histórica de un Nuevo Orden Global en el que Estados Unidos declina aceleradamente como potencia hegemónica, y Europa se rezaga de las potencia emergentes de Asia, adquiere suprema relevancia frente a las tradicionales importantísimas materias primas, porque el control de uno permite el control de lo otro, lo geopolítico y estratégico que trae consigo lo militar, prima sobre lo económico.

Son cualquiera o varios grupos religiosos político-militares de los antes mencionados y algunos más, que son tema de que Irán trate de movilizarlos para efectuar a ataques, no necesariamente terroristas y a la población civil, sino a objetivos militares que pueden ser de distinto tipo, pero hasta hoy todo parece indicar que la táctica se orienta haca las bases militares y el portaviones desplazado a la zona por EU.

El curso es totalmente incierto y la venganza iraní ­–como ellos mismos la nombran– exacerbara aún más las hostilidades y choques armados en Oriente Medio con los riesgos de una conflagración mayor en lo inmediato. Ya concluido este ensayo se anuncia sin confirmar que el presidente logró que Israel e Irán pactaran un alto al fuego que permita conversaciones, puede ser porque el único que puede acordar algo con Israel es el propio presidente Trump, fórmula hábil para reducir el nivel de rechazo interno e internacional de su acción punitiva e ilegal.

Jorge Retana Yarto*

*Licenciado en Economía con especialidad en inteligencia para la seguridad nacional; maestro en administración pública; doctor en gerencia pública y política social. Tiene 25 años como docente de licenciatura y posgrado; exdirector de la Escuela de Inteligencia para la Seguridad Nacional, del CNI.

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