Tepapayeca, la zona arqueológica que se resiste al olvido

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Una tierra que casi nadie conoce, pero que a primera vista refleja su pasado prehispánico

Entre caminos rurales, cerros silentes y un aire que huele a historia, se encuentra Tepapayeca, una pequeña comunidad del municipio de Tlapanala, Puebla, a siete minutos de Izúcar de Matamoros que guarda un secreto milenario: una zona arqueológica aún poco explorada que puede cambiar la manera en que entendemos el pasado prehispánico del centro de México.

¿Por qué deberías visitar esta zona arqueológica?

En Tepapayeca se han encontrado vestigios que revelan la presencia de grupos nahuas, popolocas y mixtecos, con restos de plataformas, montículos y altares que aún están siendo estudiados por arqueólogos del INAH.

Pero lo más especial de Tepapayeca es el sentido comunitario, la cultura viva de su gente y la energía tranquila que se respira entre sus calles y paisajes de campo. Es un lugar donde el pasado y el presente conviven con naturalidad.

El origen de Tepapayeca

El origen del nombre Tepapayeca tiene más de una interpretación, pero están profundamente ligadas a sus raíz náhuatl. La primera interpretación proviene del término de tepapa, una variación de tepan, que significa ‘entre piedras’, y yeca, un verbo que remite a ‘pisar’, resultando un significado cercano a ‘suelo rodeado de tapias de piedra’.

Sin embargo, los pobladores locales (en su mayoría hablantes de náhuatl) ofrecen una interpretación más poética y conectada con la esencia del lugar. Para ellos, Tepapayeca proviene de tepapacca, que significa ‘tiempo sereno’, y yectli, que se traduce como ‘bueno’, por lo que lo definen como ‘lugar bueno y sereno‘, un significado que, al caminar por sus tranquilas calles y respirar el aire del campo, cobra todo el sentido.

Vestigios arqueológicos en Tepapayeca

El antiguo centro ceremonial de Tepapayeca fue un punto clave en la historia mesoamericana, especialmente durante el Posclásico Tardío (1200–1521 d.C.). Mucho antes de la llegada de los españoles, esta región ya había sido escenario de migraciones y alianzas entre diversos pueblos. Grupos como los pame-otomíes, mazatecos, mixtecos y popolocas dejaron su huella al asentarse y convivir en esta zona del actual estado de Puebla.

Poco antes de la Conquista de México, el sitio fue sometido por la poderosa Triple Alianza (Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan) con un objetivo estratégico: proteger una ruta comercial fundamental y frenar el avance de los grupos mixtecos que también disputaban el control de la región. Para reforzar su dominio, los mexicas instalaron guarniciones militares en Huaquechula y Tepeojuma, desde donde mantenían el control y vigilaban posibles rebeliones de los pueblos conquistados.

En el corazón ceremonial de Tepapayeca se construyeron al menos cinco edificaciones rituales, aunque hoy sólo sobreviven los vestigios del templo principal. Estas estructuras fueron levantadas con piedra bola de río y lodo, recubiertas con piedra labrada y finalmente enlucidas con estuco, lo que denota una notable planeación arquitectónica. La cerámica hallada en el sitio revela fuertes vínculos con el mundo mixteco, así como con rutas comerciales que conectaban el sureste y el Golfo de México.

Ya en el siglo XVII, y tras la destrucción del basamento mayor, los frailes dominicos edificaron una capilla cristiana sobre las ruinas del templo prehispánico. Este acto de superposición no fue único: se trataba de una estrategia común en toda América colonial, donde los nuevos templos católicos se imponían sobre antiguos centros de culto indígena, borrando simbólicamente el pasado para consolidar el dominio espiritual.

¿Qué visitar en Tepapayeca?

Zona arqueológica:
Aún en proceso de restauración, esta zona cuenta con varias estructuras piramidales de piedra, posibles templos y plataformas ceremoniales. Caminar por aquí es como dar pasos sobre un códice antiguo.

Iglesia de San Pedro Apóstol:
De arquitectura colonial está construida con cantera y adobe, que alberga pinturas y detalles que muestran la mezcla del cristianismo con el mundo indígena.

Calles del pueblo:
Casas de adobe, muros blancos, flores en los patios, tienditas tradicionales y la amabilidad de los locales hacen que cada paseo sea una experiencia cálida y auténtica.

Paisajes rurales y senderos:
Hay caminatas hacia los cerros cercanos desde donde se puede tener una vista panorámica del valle y las tierras que alguna vez fueron centros rituales.

¿Cómo llegar a Tepapayeca?

Desde Puebla capital, toma la carretera hacia Izúcar de Matamoros (aproximadamente 1 hora y media). Al llegar a Tlapanala sigue las señales hacia Tepapayeca, ubicado a solo 10 minutos más.

También puedes llegar por la Carretera Federal 160 rumbo a Oaxaca. Al pasar el kilómetro 129, toma la desviación al norte hacia Tlapanala. Verás un letrero que indica el balneario Ojo de Carbón. Desde ahí, conduce unos 6 km hasta Tepapayeca.

Una vez en el pueblo, entra por la calle Benito Juárez (rumbo poniente) hasta llegar al convento de Santa María Tepapayeca. Continúa por la calle Morelos, que te llevará directamente a la entrada de la zona arqueológica. Desde Izúcar puedes tomar un taxi.

Una aventura diferente

Tepapayeca es de esos lugares que no aparecen en las postales turísticas, pero que dejan huella. Aquí no hay filas, ni tiendas de recuerdos, ni wifi constante. Pero hay piedras que hablan, paisajes que respiran y personas que conservan con orgullo su raíz indígena.

El acceso es gratuito y está abierto de lunes a domingo de 9 am a 5 pm. ¡Visitar Tepapayeca es redescubrir México desde su esencia más pura!

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Tomado de https://www.mexicodesconocido.com.mx/