La reunión pactada para el viernes 23 de mayo con representantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y la presidenta de la República se canceló porque miembros de la CNTE agredieron a periodistas, bloquearon el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, afectaron a terceros con sus marchas supuestamente para pedir diálogo con la presidenta, a pesar de que ya se tenía agendada una fecha, exhibió esta mañana la primera mandataria Claudia Sheinbaum Pardo. Y reiteró que en México se respeta la libertad de manifestación, pero que ésta debe ser sin violencia.
En su conferencia desde Palacio Nacional, recordó: “ellos tenían el diálogo, había diálogo planteado desde el primer momento que llegaron al Zócalo con la presidenta, el viernes [23]; no es que yo me hubiera negado a dialogar con ellos, sino que había una mesa puesta de diálogo y aún así, ellos de todas maneras golpearon periodistas, cerraron el aeropuerto, ¿con qué demanda? Que la presidenta se siente a dialogar. O sea, ¿cómo? si ya me iba a sentar a dialogar”.
Asimismo, explicó que si el gobierno cumpliera las demandas de la CNTE –incluido el aumento de 100 por ciento del salario que piden–, las finanzas públicas se verían comprometidas. Incluso, se tendrían que pedir créditos para saldar esos gastos.
La presidenta Claudia Sheinbaum indicó que, aunque ella no encabece la mesa de diálogo con la CNTE, los secretarios de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; Educación Pública, Mario Delgado; el director del general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Martí Batres, no sólo tienen disposición de dialogar, sino de escuchar y explicarles cuál es la situación, así como llegar a soluciones. Y les cuestionó: “¿para qué sentarse con la presidenta? ¿Qué objetivo tiene sentarse con la presidenta?”
Y puntualizó que sus decisiones están pensadas en la figura que representa como jefa de Estado, a diferencia de lo que ocurría en sexenios prianistas: “yo no me represento a mí misma, yo represento al pueblo de México, en mi persona no es Claudia Sheinbaum, es la presidenta electa con el 60 por ciento de los votos: entonces, es la institución presidencial, no como la de las épocas del priísmo o del panismo, sino lo que representamos, uno tiene que asumir lo que representa”.
Finalmente, reiteró que tanto los secretarios Mario Delgado, Rosa Icela Rodríguez y el director del ISSSTE, Martí Batres, “tienen toda la atribución [para llegar a un acuerdo] no habría nada más si se sentaran con la presidenta”.
Tomado de https://contralinea.com.mx/feed/
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