Un devastador incidente sacudió el corazón de Sydney este sábado 13 de abril, cuando un atacante islamita armado con un cuchillo desató el caos en el concurrido centro comercial Westfield Bondi Junction, resultando en la muerte de seis personas y varios heridos, entre ellos un bebé de nueve meses. La policía australiana respondió prontamente al suceso, en el que el agresor fue abatido por una agente de policía, quien ahora es celebrada como heroína nacional.
El ataque ocurrió en una tarde ajetreada donde miles de personas realizaban sus compras de fin de semana. La comisionada de policía de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, confirmó la muerte de cinco mujeres y un hombre, además de mencionar que el bebé herido estaba siendo operado de emergencia. Aunque el agresor, un hombre de 40 años conocido por las autoridades, aún no ha sido identificado formalmente, Webb descartó que el ataque fuese un acto de terrorismo, sugiriendo que el atacante actuó solo.
El incidente provocó escenas de pánico, con compradores corriendo en busca de refugio y la policía asegurando el área. Testigos oculares describieron cómo la gente se refugiaba en tiendas y cafeterías, mientras que el personal de emergencia trabajaba frenéticamente para atender a los heridos. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, alabó la valentía de los ciudadanos que se ayudaron mutuamente y de la inspectora de policía que confrontó al peligro sin vacilar.
Este ataque, inusual en Australia donde la tasa de crímenes violentos es relativamente baja, ha dejado a la comunidad en estado de shock y pone de manifiesto los desafíos de seguridad en espacios públicos altamente frecuentados. Las autoridades han cerrado el centro comercial y continúan investigando los detalles y motivaciones detrás de este trágico suceso.
Tomado de https://uh-noticias.com/
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