Imágenes y Ruidos es la nueva sección de WARP en la que exploraremos el vínculo entre el Cine y la Música a través de análisis, anécdotas y datos. En esta entrega: te contamos el extenso legado colaborativo que nos han dado Thom Yorke, Greenwood y Paul Thomas Anderson.
Anderson desde luego ha sido un fan declarado de la emblemática y virtuosa banda británica, y justamente eso ha generado una alianza sumamente exitosa, quienes no hacen otra cosa más impulsarse así mismos y por supuesto satisfacer a los fans de ambos entes creativos. La historia comienza en el 2003, cuando Jonny Greenwood compuso el soundtrack para el documental “Bodysong”. Paul Thomas Anderson, en ese momento apenas un año antes había estrenado Punch Drunk Love, protagonizada por Adam Sandler, Greenwood vio la premiere del documental en el Festival de Rotterdam.
Para nadie es un secreto que la música siempre ha sido una parte fundamental en el proceso creativo del cineasta a la hora de dar forma a sus personajes y reforzarlos de un significado dramático más completo. Tal cual es el caso del guión de Magnolia mismo que se construye tomando como base las canciones que había escrito previamente la cantante Aimee Mann como Wise up, Save me y Driving Sideways que forman parte de la excelente banda sonora y que en la película toman un protagonismo fundamental.
Anderson pasó los siguientes años intentando escribir el guion de “There Will Be Blood”, que comenzó como una historia sobre dos familias en conflicto y fue evolucionando hacia una épica sobre la industria petrolera californiana. El film no convencía a las grandes productoras y pasó dos años intentando conseguir financiamiento. Anderson es un fan declarado de Radiohead (recientemente mencionó a In Rainbows y Kid A como sus discos favoritos) y se contactó con Jonny Greenwood para trabajar con él en la película.
El director estaba fascinado con “Popcorn Superhet Receiver”, una pieza orquestal que el multiinstrumentista de Radiohead había compuesto para la BBC. Greenwood tuvo dudas sobre si aceptar el trabajo o no, pero Anderson logró convencerlo, iniciando lo que Greenwood ha llamado un “bromance nauseoso”, y tres semanas después el tecladista se presentó con dos horas de música grabadas en los Estudios Abbey Road. Las composiciones fueron editadas hasta llegar al soundtrack final de treinta y tres minutos, que contenía elementos de “Popcorn” y “Convergence” (un track de Bodysong) así como elementos de la obra de Arvo Pärt y Johannes Brahms. Esto hizo que el soundtrack, considerado revolucionario y uno de los mejores de la década, no fuese elegible para los Oscars.
Las grandes carreras de estos artistas, de alguna manera, comienzan a converger, en una naturaleza artística inquieta y arriesgada, en constante evolución, en la búsqueda de una expresión propia, geunina y enriquecedora.
Hablando con Los Angeles Times, Greenwood explico: “Creo que no se trataba necesariamente solo sobre hacer música de época, que es lo que tradicionalmente se buscaría hacer. Pero debido a que eran sonidos de orquesta tradicionales, supongo que lo que esperábamos era un poco perturbador, incluso cuando sabes que todos los sonidos que estás escuchando vienen de tecnología muy antigua. Con una orquesta clásica se pueden hacer cosas que te perturban, que se sienten ligeramente mal, que tienen una suerte de corriente subyacente que es un poco siniestra”.
Si la relación ya estaba consolidada, se reforzaría con The Master, Inherent Vice, Junun y Phantom Thread, donde todos estos filmes de Thomas Anderson, recibieron sus respectivas bandas sonoras con la marca indeleble de Greenwood. Lo que ocasionó que en Agosto del 2014, Greenwood tocara dichas composiciones en conjunto con la London Contemporary Orquesta por primera vez. Y en 2018 debutó como nominado al Oscar, por su excelente soundtrack para Phantom Thread.
[embedded content]
En Phantom Thread, Jonny no es solo la mente maestra detrás del sonido, sino que también es quien inspiró la historia desde un primer momento. Llegando a tiempos más contemporáneos, Paul Thomas Anderson dirige a Thom Yorke en el lisérgico video de Wall of Eyes, como otros muchos videos en los que también participó con Radiohead como en Daydreaming, ahora en este caso también se involucró con The Smile.
Paul Thomas Anderson había dirigido el cortometraje de Thom Yorke, Anima, el exquisito filme de 15 minutos coprotagonizada por Dajana Roncione, mismo que se estrenó en Netflix y en cines IMAX selectos en el 2021. En Anima, vemos una forma muy única de entender el cine de Anderson y una forma muy especial de entender la música de Yorke, donde se funden para crear una maravillosa articulación de ambos lenguajes. Sus sensibilidades personales convergen de forma perfecta en una oda poética audiovisual llena de belleza.
Cabe mencionar que dentro de todo este amplio catálogo musical de Anderson, también encontramos a Haim y Fiona Apple.
#Expresion-Sonora.com #Sonora
Tomado de https://warp.la/
Más historias
Grito de Independencia 2025: la ceremonia y la fiesta patria
Cae el presunto autor del asesinato de Charlie Kirk, figura ultraconservadora de EE.UU.
Licencia menstrual: un derecho con obstáculos