septiembre 17, 2025

Falleció John Palmer, el antropólogo británico defensor de la cultura Wichí

El reconocido etnógrafo John Palmer deja un legado de conocimiento sobre la cultura wichí tras 30 años de estudio.


El renombrado antropólogo británico John Palmer falleció en Tartagal a los 70 años, dejando atrás un invaluable legado de investigación y defensa de la cultura y cosmovisión del pueblo wichí. Palmer, quien había establecido vínculos profundos con esta comunidad indígena, luchó incansablemente por su reconocimiento y preservación.

John Palmer, de nacionalidad británica, se radicó hace tres décadas en la región para adentrarse en el estudio y comprensión de la comunidad wichí. Durante su estancia, Palmer se enamoró de la cultura y se casó con una mujer wichí, formando una familia con cinco hijos. Su entrega y compromiso hacia esta comunidad indígena fueron inquebrantables.

En 2012, junto al cineasta Ulises Rosell, Palmer llevó a cabo la producción de un documental revelador que exploraba la riqueza cultural y la cosmovisión de los wichís. Este proyecto cinematográfico sirvió como una ventana para que el mundo conociera y valorara la importancia de esta ancestral cultura, a menudo marginada y desconocida.

Sin embargo, en el último año, la salud de Palmer se deterioró significativamente, lo que lo llevó a recibir atención médica en Salta Capital. A pesar de los esfuerzos por mejorar su estado, lamentablemente, su lucha llegó a su fin. En las redes sociales, allegados a John Palmer se unieron para rendir un emotivo y sentido tributo en honor a su legado y compromiso con el pueblo wichí.

Un tributo a los wichís: El legado de John Palmer a través de su obra»

La contribución del antropólogo John Palmer trascendió su presencia física, dejando una obra invaluable que captura la esencia y la riqueza cultural del pueblo wichí. Una de sus destacadas obras es la traducción al castellano de «Wichí Goodwill: Ethnographic Allusions» (La buena voluntad wichí. Una espiritualidad indígena), una tesis doctoral defendida en 1997 en la Universidad de Oxford.

El libro, según palabras de su autor, es un «tributo» a las comunidades wichís de Zlaqatahyi, Lhaka Honhat y Hoktek T’oi, los antiguos «mataco noctenes» de la cuenca del río Itiyuro, ubicados en el norte de la provincia argentina de Salta. Palmer ha vivido casi de manera continua entre estas comunidades desde 1976, estableciendo lazos profundos y desarrollando una comprensión única de su cultura.

«Wichí Goodwill» (La buena voluntad wichí) es el resultado de esta extensa convivencia, presentando una cantidad importante de información que resulta sorprendente para aquellos que conocen de cerca las dificultades que enfrenta el oficio del etnógrafo. Es imposible, en pocas páginas, hacer justicia a la profundidad y riqueza de esta obra.

No obstante, destacaremos tres temas fundamentales que Palmer aborda magistralmente en su obra: la iniciación y las relaciones de género, el parentesco y el concepto de «alma». Cada uno de estos temas revela una comprensión profunda y detallada de la cultura wichí, iluminando aspectos clave de su cosmovisión y estructura social.

En la primera sección, Palmer explora la iniciación y las relaciones de género, desvelando los rituales y prácticas que marcan la transición a la adultez y cómo se construyen y mantienen las dinámicas de género dentro de la comunidad wichí. Sus observaciones proporcionan una visión única de la forma en que los wichís conciben y viven estas etapas cruciales de la vida.

El segundo tema abordado en su obra es el parentesco, donde Palmer desentraña los intrincados lazos familiares y las redes de parentesco que conforman el tejido social wichí. Desde la filiación hasta las prácticas matrimoniales y las responsabilidades familiares, el autor arroja luz sobre la complejidad y la importancia de estas estructuras sociales para el pueblo wichí.

Por último, pero no menos importante, Palmer se sumerge en el concepto de «alma», explorando las creencias y prácticas relacionadas con la espiritualidad y la vida después de la muerte en la cultura wichí. Sus análisis revelan la profunda conexión que los wichís tienen con el mundo espiritual y cómo esto influye en su forma de entender y vivir en armonía con la naturaleza y el cosmos.

La obra de John Palmer, aunque apenas podemos describirla en pocas páginas, se erige como un testimonio de su dedicación y respeto hacia el pueblo wichí. Su incansable labor etnográfica y su capacidad para capturar la complejidad de esta cultura enriquecen

El Relato de John Palmer y los Wichís en «El Etnógrafo»

El documental «El Etnógrafo», dirigido por Ulises Rosell, nos sumerge en una historia multicultural que sigue los pasos de John Palmer, un antropólogo inglés que llegó hace 30 años a la Argentina para estudiar la cultura wichí. Palmer, además de su labor académica, formó una familia con Tojueia, una joven aborigen con la que tiene cinco hijos que crecen en un entorno bilingüe, donde se entrelazan el inglés, el wichí y el español.

En el documental, se destaca el papel de Palmer como asesor legal de la comunidad Lapacho Mocho, donde defiende diversas causas legales amparadas en las tradiciones y costumbres del grupo. Una de estas luchas se centra en Qatú, un miembro de la comunidad wichí que lleva más de seis años en prisión, acusado de abusar de su hijastra Estela. Palmer, comprometido con la justicia y con el respeto a las particularidades culturales, busca la libertad de Qatú, poniendo en cuestión la imposición de un sistema legal que desconoce las creencias y prácticas propias de la cultura wichí.

El documental «El Etnógrafo» también nos adentra en el universo wichí, revelando su cosmovisión y tradiciones. A través de la mirada de Palmer, conocemos a Estela, quien había ingresado en una relación con Qatú con el consentimiento de su madre y ya no era considerada niña debido a su primera menstruación. La película pone en evidencia cómo el sistema judicial impone un marco legal a otras culturas sin tener en cuenta su sistema de creencias y valores.

Su dedicación y compromiso con la comunidad, así como su valioso trabajo plasmado en la obra y en el documental «El Etnógrafo», nos invitan a reflexionar sobre la importancia de preservar y respetar la diversidad cultural.

Te interesa: La desaparición de las lenguas indígenas implica la pérdida del conocimiento medicinal de las plantas

¿Quién tomará ahora la batuta en la lucha por la justicia y el reconocimiento de los wichís? ¿Cómo se garantizará la continuidad de las investigaciones y proyectos que John Palmer inició? Estas interrogantes se presentan como un desafío para aquellos que compartían su pasión por comprender y preservar las culturas indígenas.

La obra y legado de John Palmer, así como su incansable labor en la defensa de los derechos y la cultura del pueblo wichí, permanecerán como un testimonio vivo de su compromiso y dedicación. Ahora, es responsabilidad de la comunidad académica, los defensores de los derechos humanos y las autoridades competentes, continuar su labor y asegurar que su trabajo trascienda y genere un impacto duradero.

Descanse en paz, John Palmer, defensor incansable del pueblo wichí y ejemplo de entrega y compromiso en el campo de la antropología.

Tomado de http://Notaantrpologica.com/