Alrededor de cuarenta estudiantes del grupo End Fossil Barcelona ocuparon durante la mañana de este martes dos de mayo la Plaza Cívica de la Universidad Autónoma de Barcelona. Los jóvenes tienen la intención de quedarse “indefinidamente” hasta que la universidad a la que interpelan y la Conselleria d’Universitats responda a sus demandas. Estas incluyen un aumento de la financiación pública de las universidades al 1% del PIB; directrices de financiación estrictas para las universidades que excluyen los combustibles fósiles u otras empresas que dañan el clima; y un curso ecosocial obligatorio sobre crisis climática para todos los estudiantes de todas las universidades catalanas.
“Hemos ocupado hoy la Universitat Autònoma de Barcelona, un espacio que representa una gran historia de lucha estudiantil, pero nos dirigimos también a la Generalitat: necesitamos unas universidades a la altura de la crisis que vivimos y una educación desvinculada de empresas fósiles”, defiende la portavoz del movimiento, Sara Santana.
El colectivo vuelve a la calle tras el éxito cosechado en noviembre de 2022. Entonces, el movimiento logró el compromiso firme de la universidad para crear una asignatura de crisis ecosocial transversal a todos los grados para 2024. Meses más tarde, además, la Universitat de Barcelona no renovó la cátedra con Repsol, la segunda demanda que esgrimían las jóvenes.
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