Flaubert y su metaliteratura

“Madame Arnoux le dice a Fréderick: ‘Hubiera querido hacerlo feliz’. En ese tiempo verbal, el ‘hubiera querido’, se resume toda la melancolía de Flaubert, quien en una carta le dirá a Louise Colet: ‘Sólo soy un lagarto de la literatura, acostado...

El laberinto del mundo

José Antonio Lugo

I. Madame Bovary 

El 11 de abril de 1857 se publicó la obra maestra del escritor normando. Quizá nadie ha hablado con tanto amor y conocimiento de su obra como Vargas Llosa en La orgía perpetua, un soberbio homenaje a una obra que cambió la historia de la novela. Quizá toda la obra del gigante normando se pueda resumir en una frase de La educación sentimental. Madame Arnoux le dice a Fréderick: «hubiera querido hacerlo feliz». En ese tiempo verbal, el «hubiera querido», se resume la melancolía de Flaubert, presente en todas sus obras. De la correspondencia, menciono una de las frases icónicas, en una carta a Louise Colet: «sólo soy un lagarto de la literatura, acostado todo el día bajo el sol de lo bello». Después del fracaso de su lectura de la primera versión de Las tentaciones de San Antonio a sus amigos Bouillet y Du Camp, Flaubert tarda cinco años en escribir la historia novelada de Delphine Delamare, la modelo de Emma Bovary. La trama es sencilla: una mujer bonita que no quiere seguir siendo criada de su padre cuando éste se rompe la pierna, se casa con el médico que lo atendió con éxito. Pronto se aburre. Se cambian de ciudad. Tiene dos amantes. Compra compulsivamente a crédito, hasta que pierde la propiedad de la casa. Antes del desahucio, se suicida con arsénico. Berthe, la hija de ella y Charles, es colocada al cuidado de una tía. 

       Estudié Letras Francesas y en un memorable seminario de crítica que impartió Ricardo Ancira durante un semestre vimos con lupa capítulo a capítulo esta obra maestra, una biblia sobre cómo escribir con sobriedad, con «le mot juste», la palabra exacta. Al final de su vida, escribió un cuento incomparable, al borde de lo místico: Un corazón simple . Escribió también el Diccionario de lugares comunes. Flaubert afirmaba -citado por Kundera- que la estupidez es «la falta de reflexión sobre los lugares comunes». Madame Bovary es la primera novela moderna, en donde lo que importa en primer término es la escritura y no el argumento. 

II. La metaliteratura de Madame Bovary

Metaliteratura, define el diccionario de la Real Academia Española es «la literatura cuyo objeto es la propia literatura». Conozco dos buenos ejemplos, que comparto a continuación.

III. Monsieur Bovary, de Laura Grimaldi.

En 1991 Laura Grimaldi publicó esta novela en italiano, que fue traducida y publicada tres años después por Anaya & Muchnik. La novelista convierte en el personaje principal de la novela a Charles Bovary, siempre considerado ridículo y estúpido. No era tan tonto y encontró la manera, con ayuda de Justin, el ayudante del farmacéutico, de eliminar a su esposa histérica. Al final de la obra: «Una noche, como tenía por costumbre, se quedó charlando hasta tarde con Justin quien, en cuanto terminaba de trabajar con Homais, iba a menudo a hacerle compañía. Se encontraban delante de la chimenea encendida y el fulgor de las llamas iluminaba el hermoso rostro bronceado del muchacho, los hombros fuertes bajo el blusón de tela basta y los ojos vivaces. Monsieur Bovary se dijo que por fin podía confiar en alguien. Un hombre jamás lo habría traicionado como habían hecho las mujeres. La mirada de Justin era leal… y Charles se sorprendió al pensar que además… era muy apuesto». 

IV. Mademoiselle Bovary, de Maxime Benoît-Jeannin

Este novelista contemporáneo escribió la continuación de Madame Bovary (Bruselas, 1991, en español Emecé, 1993). La protagonista es Berthe, la hija de Emma. Se ha convertido en una hermosa mujer, decidida a vengar a su madre del vizconde -que la sedujo y no la apoyó cuando lo necesitaba- y del tendero Lhereux, que le vendió lo que sabía que no podría pagar. Se casa con el vizconde -que no sabe que es la hija de Emma-. Soporta sus caricias y una tarde, en el ímpetu del ardor erótico, él muere de un infarto. Luego, Berthe se hace amante de Baudelaire -hay un poema en Las flores del mal dedicado «A Berthe» y él la ayuda a comprar veneno para ratas. El viejo Lhereux es cliente frecuente de una casa de citas, Mademoiselle Bovary acepta ser una pupila sólo para vengarse, dándole al ex-tendero una copa con raticida. Lo ve morir. Las venganzas han sido consumadas.

Madame Bovary, Monsieur Bovary, Mademoiselle Bovary: una obra maestra y dos obras menores que le rinden homenaje, como nosotros, en Morfemacero, 166 años después de la publicación de la obra maestra de Gustave Flaubert. 

Tomado de https://morfemacero.com/