“La ciudad es un derecho no un negocio, es el lema que agrupa todas las reivindicaciones aquí presentes. Les agrupa la denuncia de la mercantilización del espacio público, la destrucción del arbolado y de las zonas verdes, el expolio del patrimonio histórico para su conversión en hoteles o nuevos edificios rompiendo y desapareciendo la historia de la ciudad. El problema de la vivienda y su accesibilidad para jóvenes y personas más vulnerables, la expulsión de población de barrios que cada vez parecen más un escenario de película donde la vivienda va desapareciendo y se convierte en hoteles, apartamentos turísticos y de uso terciario”. Así resume para El Salto Nines Nieto, referente a nivel regional en el ámbito de la defensa del medio ambiente e integrante de Ecologistas en Acción, la concentración del sábado 25 de marzo frente al Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid.
Y es que en la mañana del sábado se dieron cita cientos de personas pertenecientes a más de 60 colectivos sociales y medioambientales, pero sobre todo vecinos y vecinas de los 21 distritos de la ciudad. Habitantes que ven con gran preocupación como su derecho a un mínimo de calidad de vida se les arrebata en cada una de la políticas que el gobierno de Martínez Almeida viene ejecutando desde que llegó a la alcaldía en 2019, con apoyo de Ciudadanos y Vox.
Ante la deriva política del consistorio que abiertamente favorece la privatización de servicios y la consecuente especulación de suelo y bienes, una buena parte de madrileños y madrileñas han concentrado esfuerzos de nuevo para visibilizar sus demandas, todas urgentes, para que su ciudad no siga perdiendo calidad de vida. El marco en que la Comunidad de Madrid se ha colocado, que viene de largo, pero se ha acentuado con la reciente aprobación de la Ley omnibus, ha permitido ensanchar la manga del gobierno municipal para echar a andar las privatizaciones en casi todos los sectores.
En la mañana del sábado se dieron cita cientos de personas pertenecientes a más de 60 colectivos sociales y medioambientales, vecinas de los 21 distritos de la ciudad que ven con gran preocupación las políticas de Martínez Almeida
“Denunciamos ambas políticas ya que —continúa Nines Nieto— la Comunidad en esta legislatura ha cambiado la ley del suelo varias veces y aprobado nuevas órdenes, y el Ayuntamiento de Madrid gracias a esas modificaciones ha aprobado ordenanzas como por ejemplo, el tema de sustitución de licencias por declaraciones responsables que está causando importantes problemas”. La ambientalista considera que de hecho la modificación de normas urbanísticas que el ayuntamiento no ha conseguido aprobar todavía, implicaría la aplicación de la Ley omnibus, que conllevaría una mayor facilidad “para la transformación de zonas verdes en otros usos, algo que, desde nuestro punto de vista, perjudica la calidad de vida de la ciudadanía”, incide Nieto.
Reconoce que en estos casi cuatro años de reivindicación y de salir a la calle tampoco han encontrado demasiado apoyo en la oposición. “Esta movilización va dirigida al gobierno actual pero a nadie se le escapa que en dos meses tenemos elecciones y no sabemos qué nuevo gobierno saldrá. Todo esto es de aplicación para el actual, y para el que venga sea del color que sea”, advertía Nines Nieto.
Reivindicaciones, todas urgentes
Entre las decenas de demandas y reivindicaciones expuestas durante la concentración frente al Palacio de Cibeles resaltan las que tienen que ver con urbanismo y el modelo de ciudad que plantea el actual gobierno municipal.Tan solo a finales de febrero pasado la Plataforma vecinal ‘No al pelotazo de la Ermita del Santo’, volvía a las calles para exigir respuestas del Ayuntamiento de Martínez Almeida a las enmiendas que presentaron al proyecto Área de Planeamiento Específico 10.24, que modificará su barrio sin consultarles. Beatriz Abad, vecina integrante de la plataforma, aseguraba a El Salto: “Nos afecta a la Ermita del Santo porque este plan, avalado ya por el ayuntamiento, implica la construcción de 600 viviendas y un macroaparcamiento que va a suponer para el barrio un verdadero desastre: tala de árboles, 2000 coches más en una zona que está ya muy congestionada, con calles estrechas y un inmediato acceso a la M30”. Abad lamentaba impotente que: “Todo esto va a cambiar al barrio, tal y como lo conocemos, a peor”.
La pérdida acelerada de espacios verdes en toda la ciudad junto a la tala de árboles consolidados en su crecimiento están calando en muchas personas habitantes de Madrid. No faltaron las asociaciones vecinales que están peleando día a día que las nuevas paradas previstas de la línea 11 del Metro acaben con una amplia zona arbórea de los Distritos de Arganzuela, Moratalaz y Carabanchel. Otro de los pulmones verdes por los que la ciudadanía madrileña está al pie del caños, es el de la Quinta de Torre Arias.
“Estamos aquí porque el ayuntamiento plantea de nuevo una operación de cesión del palacio y las caballerizas del siglo XVI de esta Quinta, declarada bien de interés cultural”, cuenta Daniel Liébana, miembro de la plataforma creada exprofeso para la defensa de este sitio emblemático. Explica que hace nueve años se constituyeron para parar una primera operación del Ayuntamiento a través de la cual se pretendía ceder el espacio a la Universidad de Navarra (Opus dei) y lograron frenar el proyecto.
Entre las decenas de demandas y reivindicaciones expuestas durante la concentración frente al Palacio de Cibeles resaltan las que tienen que ver con urbanismo y el modelo de ciudad que plantea el actual gobierno municipal
“Esta vez el ayuntamiento de Almeida vuelve con las mismas, ahora es para la Universidad Católica de Murcia” señala Daniel. De hecho, parte de la privatización ya se ha dado cediendo a empresas privadas la jardinería del último jardín histórico que se mantenía por gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, “y quieren continuar con el palacio y los edificios que es lo que nos tememos. Por eso estamos aquí denunciando esa política especulativa de este ayuntamiento que no mira hacia la ciudadanía ni las necesidades del distrito de San Blas-Canillejas. Estamos pidiendo dotaciones públicas, se aprobó un plan especial que establece la gestión pública para dotaciones y para usos de su pasado agropecuario. Pensamos que este ayuntamiento está dando la espalda y por eso plantea una nueva operación de cesión para los poderosos”, zanja Daniel, de la Plataforma Quinta Torres Arias.
Lourdes también salió este sábado a la concentración dentro de un nutrido grupo de vecinos y vecinas que forman la Plataforma Afectados por el suelo, del Plan 1800. “Construimos nuestras viviendas sobre un suelo público. En 2017 el ayuntamiento, con todos los partidos a favor, sacó un pliego para poder comprar ese suelo. Pero esperaron cinco años para que esas viviendas fueran descalificadas y ahora nos están pidiendo precio libre, como si no tuviéramos nada edificado”, asegura a El Salto. El precio al que quieren venderles el suelo hoy es siete y ocho veces mayor de lo ofertado primero, unos precios que van de los 30.000€ de hace 5 años, hasta los 200.000 de hoy. “Son viviendas que están en Vicálvaro, Usera, Las Rozas, Vallecas… por todo Madrid”, explica Lourdes.
Vía libre a los pelotazos
En plena concentración El Salto conversaba con al arquitecto Felix Arias, sosteniendo la pancarta de la Plataforma vecinal Zona Norte, a la que pertenece. Le preguntamos si es que ya el ayuntamiento ha abierto de nuevo la veda a la especulación urbanística, y responde “Vía libre hay, y eso que aquí no están las principales. Están los pelotazos muy puntuales, pero no está por ejemplo, la gente afectada por la Operación Barajas que es tan grande como la de Chamartín. No están los de los PAU del Sureste, que ahora los tratan de amansar desde el ayuntamiento haciéndoles una consulta telemática preguntando que qué opinan de sus espacios públicos. Si esto se sigue haciendo así esto va a ser dramático. Luego viene Campamento, que tal y como están planteando, va a ser el San Blas del sur… en fin, que están lanzados”.
No se le olvida al arquitecto mencionar al nuevo sur que comprende la zona de Méndez Álvaro y Abroñigal, una operación que se planteó en el año 91 al mismo tiempo que la operación Chamartín, y que se desechó. “Hablan de cubrir la M30 pero no se ocupan de quitar el escalextric de Vallecas, es todo una sin razón y un sin sentido”, zanja el arquitecto y vecino de Chamartín.
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