septiembre 16, 2025

El ojo que todo lo ve: El Panóptico de Foucault en la sociedad moderna

El Panóptico de Foucault sigue vigente en la sociedad moderna. ¿Estamos siendo observados constantemente sin siquiera darnos cuenta? Un análisis imperdible.


Probablemente hayas escuchado hablar antes de Michel Foucault, un filósofo francés cuyos trabajos abarcan temas diversos. Entre los intereses que podemos encontrar en su obra se encuentra la sexualidad, el conocimiento, la locura, el discurso, el poder poder disciplinario y la teoría del panóptico.

El Panóptico de Foucault es una teoría que ha cobrado gran relevancia en la sociedad moderna debido a la creciente necesidad de vigilancia y control. Esta teoría se originó en el siglo XVIII, cuando el filósofo Jeremy Bentham concibió un modelo de prisión en el que los presos pudieran ser vigilados desde un solo punto sin que ellos pudieran saber si estaban siendo observados o no. El objetivo de este diseño era crear un ambiente en el que los reclusos se sintieran vigilados constantemente, lo que los llevaría a comportarse de manera más disciplinada.

Michel Foucault retomó esta idea en el siglo XX y la desarrolló en su obra «Vigilar y Castigar», en la que argumentó que el Panóptico es una metáfora para la sociedad moderna, en la que la vigilancia se ha convertido en una herramienta de control social. En la actualidad, la tecnología ha hecho posible la creación de un Panóptico real, en el que las personas pueden ser vigiladas constantemente a través de cámaras de seguridad, dispositivos de seguimiento y redes sociales.

En este artículo vamos a indagar en uno de los textos más conocidos en la obra de este polémico filósofo francés. “Vigilar y castigar”, probablemente uno de los textos más citados en ciencias sociales. Su importancia se debe a que este texto es análisis de los mecanismos sociales y teóricos que hay detrás de los cambios masivos que se produjeron en los sistemas penales occidentales durante la Edad Moderna.  

En este artículo nos centraremos en la siguiente composición: poder disciplinario y el panóptico, analizando cómo el diseño del panóptico permite el ejercicio del poder disciplinario y cómo este poder se ha manifestado en diversas instituciones sociales, como las escuelas, las prisiones y los hospitales.

También exploraremos las críticas que se han hecho al panóptico y al poder disciplinario en general, y las posibles alternativas a estos modelos de control social. En última instancia, nuestro objetivo es arrojar luz sobre el funcionamiento del poder disciplinario y el papel que juega el panóptico en la sociedad moderna.

Antes de pasar de lleno al concepto de Panóptico hay algo que es necesario aclarar. Debemos empezar explicando qué significa para Foucault la disciplina.

Para Foucault, la disciplina es un mecanismo de poder que se ejerce sobre los cuerpos y las mentes de los individuos para regular su comportamiento y hacerlos más eficientes y productivos. Esta disciplina se manifiesta en diversas instituciones sociales, como las escuelas, los hospitales, las fábricas y las prisiones, en las que se espera que los individuos cumplan con ciertas normas y estándares de comportamiento.

La disciplina funciona mediante la vigilancia constante y la normalización de los individuos, que se logra a través de una serie de técnicas, como el control del tiempo, el uso de jerarquías y el uso de técnicas de corrección y castigo. Estas técnicas se combinan para crear un ambiente en el que los individuos se sienten observados y presionados para cumplir con ciertos estándares.

Foucault sostiene que la disciplina no solo se ejerce en instituciones sociales específicas, sino que también se extiende a la sociedad en su conjunto, creando un ambiente en el que los individuos se sienten constantemente vigilados y controlados.

Primero debemos entender, siguiendo a nuestro autor, que la disciplina es una técnica para fabricar individuos y enderezar conductas pero ¿Cuáles individuos y cuáles conductas?

Para Foucault, la disciplina se utiliza para fabricar individuos que se ajusten a los estándares y normas de la sociedad en la que viven, y para corregir aquellas conductas que se consideran desviadas o inadecuadas.

Los estándares y normas a los que deben ajustarse los individuos varían según el contexto histórico y social. Por ejemplo, en una sociedad capitalista, los estándares pueden estar relacionados con la productividad y la eficiencia en el trabajo, mientras que en una sociedad autoritaria, los estándares pueden estar relacionados con la obediencia y la sumisión al poder establecido.

En cuanto a las conductas que se enderezan, se refieren a aquellas que se consideran desviadas o inadecuadas para los estándares de la sociedad en la que se encuentra el individuo. La disciplina se utiliza para corregir y normalizar estas conductas y para hacer que el individuo se ajuste a los patrones de comportamiento aceptados por la sociedad.

Los individuos como tú y como yo, aquellos que vivimos en sociedad debemos de comportarnos de cierta manera para mantenerlos agradables al sistema dominante: el capitalismo. De esta manera se nos condiciona desde pequeños para hacer lo que debemos hacer; dónde lo debemos hacer, incluso, cada cuándo lo debemos hacer.

Mientras realizamos todo ello siempre estamos vigilados por un superior que apruebe o desapruebe nuestras acciones. Este ente superior está autorizado para castigarnos o recompensarnos, según sea el caso. Así aplica para prácticamente todos los ámbitos de la vida cotidiana.

Siguiendo el argumento de Foucault, la tecnología disciplinaria se puede aplicar a cualquier campo de nuestro desarrollo. La disciplina se construye en campos específicos, en los cuales todos tenemos un lugar y una función definida. Es decir, cada uno ocupa un puesto en la sociedad, independientemente de cuál sea este.

Para ilustrar esto, podemos pensar en el ejemplo de un alumno en una escuela. Este alumno ocupa un puesto definido en la estructura educativa y se espera que cumpla con ciertas normas y estándares de comportamiento. Sin embargo, según Foucault, este puesto no es permanente ni inmutable. En cualquier momento, alguien más podría ocuparlo si el individuo no cumple con los estándares requeridos.

De esta manera, la disciplina se utiliza para normalizar y regular el comportamiento de los individuos en la sociedad. A través de la vigilancia constante y la normalización, se espera que los individuos se ajusten a los estándares y normas de la sociedad en la que viven.

A través del control de estas actividades, la disciplina busca regular y normalizar nuestro comportamiento en la sociedad.

Por ejemplo, ¿alguna vez te has dado cuenta de que tienes un tiempo determinado para realizar cada tarea en tu día a día? Incluso las actividades más simples, como cepillarte los dientes o desayunar, pueden estar reguladas por el tiempo. La disciplina prescribe cómo, cuándo y dónde realizar estas actividades, y espera que los individuos las realicen de manera eficiente y productiva.

Un ejemplo claro de esto es la jornada laboral. Los trabajadores suelen tener un horario fijo, en el que deben cumplir con ciertas tareas y objetivos en un tiempo determinado. La disciplina prescribe cómo se deben realizar estas tareas, cuánto tiempo se debe dedicar a cada una de ellas, e incluso qué objetos o herramientas se deben utilizar para llevarlas a cabo.

Es importante comprender que la disciplina no solo controla nuestras actividades en el trabajo, sino también en otros ámbitos de nuestra vida, como la familia, la educación y la religión, entre otros.

Asimismo, disciplina impone ejercicios y crea segmentos sucesivos progresivos, donde se deben cumplir objetivos específicos para avanzar al siguiente nivel. Es importante ser conscientes de cómo estos ejercicios afectan nuestra vida diaria y reflexionar sobre su efecto en nuestra libertad individual.

Estos segmentos sucesivos progresivos se asemejan a etapas que hay que superar una a una. En cada una de estas etapas, se establecen objetivos específicos que se deben cumplir para poder avanzar al siguiente nivel. Esto se puede observar en diferentes ámbitos de la sociedad, como la educación, el deporte o incluso en el trabajo.

Es algo más o menos similar a cuando superas algún nivel para avanzar en un videojuego. En la vida real ponte a pensar en los grados académicos que has recibido hasta hoy, uno a uno progresivamente. Te aseguro que en muchas ocasiones te han dicho que se debe gracias a la disciplina que tienes.

En el ámbito educativo, los estudiantes deben superar diferentes etapas, pasar de un grado escolar a otro, o aprobar exámenes específicos para avanzar en su carrera. En el deporte, los atletas deben superar diferentes etapas, desde niveles básicos hasta niveles más avanzados, a través de la práctica y el entrenamiento constante.

Estos ejercicios que impone la disciplina pueden tener un efecto positivo, ya que fomentan la disciplina y la constancia, y permiten a los individuos avanzar y crecer en diferentes ámbitos de la sociedad. Sin embargo, también pueden tener un efecto negativo, ya que pueden limitar la libertad individual y crear una presión constante para cumplir con los objetivos y normas establecidos.

Finalmente, la disciplina dispone tácticas. Esta es la combinación de todas las anteriores. Pero para llevar a cabo estas técnicas la disciplina se vale de dos medios:

Vigilancia jerárquica: así nos cueste trabajo creerlo siempre estamos siendo vigilados. Unos nos vigilamos a otros y mientras vigilas a alguien tambien alguien te observa.  

La sanción normalizadora: la norma que separa a los que están bien de los que están mal; los que pasan y los que no;  la que corrige, la que otorga premios o castigos.

Por último, el examen, es decir, todos los actos prueba que combina la vigilancia y la sanción que nos clasifican, califican y castigan para que sea más fácil corregir antes de que sea tarde.

De esta manera llegamos al Panóptico ¿Qué es eso? Podríamos imaginarnos al Panóptico como un ente omnipresente que todo lo ve, pero que a su vez no puede ser visto ni oído. Es como si estuviera presente en todas partes a la vez, vigilando constantemente a los individuos.

En la actualidad no es necesario contar con una estructura física que se asemeje al Panóptico de Bentham para ejercer el poder disciplinario. La idea del Panóptico, tal como la interpreta Foucault, nos muestra que el poder disciplinario se encuentra presente en todos los ámbitos de la sociedad moderna, y se manifiesta en la forma en que las personas se comportan en su día a día.

En otras palabras, la idea del Panóptico nos hace tomar conciencia de que estamos siendo vigilados y evaluados constantemente, lo cual nos lleva a internalizar los valores y normas impuestos por la sociedad, y a actuar de acuerdo a lo que se espera de nosotros. Por ejemplo, nos vestimos de cierta forma para ir a trabajar, hablamos de cierta manera en distintos contextos sociales y evitamos actuar de forma que se considere inapropiada.

En este sentido, el poder disciplinario no se ejerce de forma explícita, sino que se encuentra internalizado en la forma en que nos relacionamos y comportamos en sociedad. La idea del Panóptico nos recuerda que somos seres sociales que estamos constantemente siendo vigilados, lo cual nos lleva a actuar de la forma que hemos aprendido que es correcta, aunque muchas veces lo hagamos de forma inconsciente.

Entonces, podríamos decir que en la actualidad existen mecanismos más sutiles, para actuar sobre el individuo y no tener la sensación de estar siendo vigilado, pues es incentivado por ciertos mecanismos. Esto le sirve para obtener mayores puntos en este juego, avanzar de nivel y obtener mayores privilegios para avanzar en el tablero y ser mejor rankeado.

En conclusión, la teoría del Panóptico de Foucault nos hace tomar conciencia de que vivimos en una sociedad en la que estamos constantemente siendo vigilados y evaluados, lo cual nos lleva a internalizar los valores y normas impuestos por la sociedad, y a actuar de acuerdo a lo que se espera de nosotros sin necesidad de ser recordados constantemente. Esta internalización del poder disciplinario en nuestras vidas cotidianas es lo que comúnmente llamamos ser «disciplinados».

El poder disciplinario se manifiesta en todos los ámbitos de la sociedad moderna, y se encuentra presente en la forma en que las personas se comportan en su día a día. Por lo tanto, es importante tomar conciencia de esta situación y reflexionar sobre la forma en que el poder disciplinario nos afecta a nivel individual y colectivo.

En definitiva, la teoría del Panóptico de Foucault nos invita a cuestionar y analizar la forma en que nos relacionamos y comportamos en sociedad, y nos recuerda que la libertad y la autonomía individual no son valores inherentes a nuestra sociedad actual, sino que deben ser conquistados y protegidos constantemente.

Te invito a que reflexiones sobre el tema del poder disciplinario y el Panóptico de Foucault en nuestra sociedad actual, y compartas tus ideas y puntos de vista en los comentarios. La reflexión y el diálogo son fundamentales para comprender la complejidad de los problemas sociales y encontrar soluciones colectivas.

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Tomado de http://Notaantrpologica.com/