Era cuestión de tiempo. La madrugada de este domingo Max Verstappen se proclamó bicampeón de la Fórmula Uno, aunque fue de una forma poco convencional.
El neerlandés fue superior a todos en la pista de Japón y compitió prácticamente sin rival desde que la carrera se reanudó tras la bandera roja, sin embargo, los reglamentos de la Fórmula Uno hicieron que lo que reinara al caer la bandera a cuadros fuera la confusión.
Al cruzar la meta, todo indicaba que el campeonato se resolvería en el Gran Premio de Austin en Estados Unidos, sin embargo, durante las entrevistas previas al podio se le reconoció como campeón del mundo.
Un incrédulo Max Verstappen abrazó a su novia y a los dirigentes de la escudería Red Bull a manera de celebración. Aún dentro del cuarto donde esperaban la entrega de los trofeos, le repitieron a Max que era el campeón y respondió “¿estás seguro?”.
El neerlandés ha dominado el campeonato de principio a fin a bordo de su RB18 con motor Honda y a diferencia de lo que sucedió el año pasado, esta temporada nadie puede poner en duda que Verstappen es el justo campeón.
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