Evocan al Carlos Fuentes “dueño de la palabra” y “creador de nuestra ciudad”

El autor de obras fundamentales como La región más transparente y Aura fue una figura de mil rostros que liberó al lenguaje de sus ataduras puritanas e hizo surgir la clase media. Estas fueron alguna de las alegorías de amigos...

Fue un fin de semana para dedicar al cuentista, novelista, guionista cinematográfico, dramaturgo y cronista Carlos Fuentes, uno de los mitos totales del siglo XX, emblema del intelectual, pensador de identidad, artista sin barreras, animal político, hombre de mundo y buen anfitrión, en ocasión de su décimo aniversario luctuoso, sucedido precisamente este domingo.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hizo lo propio al arranque del fin de semana con el homenaje “10 años sin Carlos Fuentes”, organizado por la Cátedra Extraordinaria Carlos Fuentes de Literatura Hispanoamericana, con la presencia de su viuda, Silvia Lemus, quien retomó palabras del intelectual: “recuerdo que Carlos dijo: ‘cuando yo ya no esté entre ustedes, en mis libros me encontrarán’. Quiero imaginar que hoy Carlos estaría gustoso, igual que yo, de saber que no solo en sus libros lo encontraremos”.

Foto EE: Rosario Servin

México frente al espejo

Este domingo fue el turno del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, con la presencia de los escritores Hernán Lara Zavala, Alberto Vital y Florence Olivier, así como del historiador Javier Graciadiego Dantán, moderados por Lucina Jiménez, directora del INBAL, también con la presencia de Silvia Lemus.

Ahí Lucina Jiménez calificó la obra del autor de Aura y La región más transparente como “vigente y absolutamente contemporánea”. Se refirió a Fuentes como “un dueño de la palabra”, un fiel observador de los dilemas que acompañaron la vida de México en el siglo XX. Añadió que fue una de esas mentes imprescindibles y capaces de colocarnos frente al espejo de nuestra diversidad. “En su Espejo enterrado nos colocó frente a ese juego de improntas que son fruto de una larga historia de intercambios donde se encuentra la fertilidad de la cultura mexicana”.

Alberto Vital, por su parte, se sumó a la disertación de Jiménez sobre el mote de “dueño de la palabra”, toda vez que Fuentes, explicó, fue detonador de un vastísimo repertorio tonal. “En sus textos hay, evidentemente, un enriquecimiento de la lengua española a través de sonoridades de lenguas indígenas”.

Florence Olivier citó a Jorge Volpi para coincidir en que el fallecido hace 10 años era “un autor de mil rostros”. “Se desplazaba con prodigiosa soltura entre sus diversas figuras e imágenes, la del novelista, la del cuentista, del ensayista, el dramaturgo, el autor de ópera, del guionista para el cine, la del cronista político”, dijo y añadió que “una sola figura acaso podría conciliar tantas esas identidades: la del artista, la del animal político tal vez, pero la del artista ante todo, una identidad inseparable de México”.

Finalmente, Javier Garciadiego presentó un estudio sobre la relación y tutela trascendental del autor de Chac Mool y Terra nostra con su maestro Alfonso Reyes, junto a quien supo crecer “su precoz cultura literaria”. Fuentes, aseguró Garciadiego, “no solo escribió sobre Reyes sino que lo dibujó muchísimas veces. Era un gran dibujante, otra cosa que no se le conoce”.

Foto EE: Rosario Servin

Fuentes, el alquimista

Las evocaciones para el también guionista o coguionista de cintas como Los caifanes y El gallo de oro continuaron con la Academia Mexicana de la Lengua (AML), en voz de académicos como Margo Glantz, Liliana Weinberg, Vicente Quirarte y Rosa Beltrán.

“Para decirlo con un mexicanismo, Carlos Fuentes es un parteaguas en la historia de la literatura mexicana”, dijo Gonzalo Celorio, director de la AML en su introducción. “Liberó al lenguaje de sus ataduras puritanas y del falso prestigio de la corrección lingüística siempre a favor de la expresión genuina”. Si Borges fue considerado por Fuentes como el creador de Buenos Aires por sus textos dedicados a la ciudad porteña, añadió, “podemos decir que Carlos Fuentes es el creador de la Ciudad de México. Es el primero que le confirió a nuestra urbe una condición protagónica”.

Para Margo Glantz, “no sería exagerado afirmar que la literatura de la onda no sería posible si antes no se hubiera publicado ‘La región más transparente’ (…) como los grandes escritores del siglo XIX, a quienes alguna vez Fuentes criticó de primitivos, su preocupación esencial fue explicar y entender lo que ha sido y quizá podría ser México colocado estratégicamente en el cruce de varios mundos: el México-Tenochtitlan, el del descubrimiento y conquista, el México frontera incómoda del más incómodo de los vecinos y el México finalmente situado en el proceso de globalización”.

Para la escritora y coordinadora de Cultura UNAM, Rosa Beltrán, una de las aportaciones centrales de Fuentes fue refrendar los mitos antiguos y, a la vez, inventar el escenario apropiado para cuestionar toda idea de percepción y orden natural (…) Carlos Fuentes es el responsable de un proceso alquímico, hizo surgir la clase media. Para conseguirlo, había convertido la ciudad en amasijo verbal, en alto barroco. Con la idea de que en México el tiempo es espacio, inventó un nuevo mito urbano”.

Mira también el homenaje que le rindió El Colegio Nacional.

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Tomado de https://www.eleconomista.com.mx/