La empresa sueca es líder de la música en internet, pero no ha logrado una rentabilidad mantenida desde que se fundó y en lo que va de año su valor ya ha caído un 10%
Para muchos, Spotify es la empresa que ha salvado a la música popular, pero no a los músicos. La compañía, que cumple 15 años en 2021, parece haber confirmado la idea de su fundador y máximo directivo, Daniel Ek, de que la única manera de acabar con la piratería era desarrollando un sistema de distribución legal que fuera más cómodo y eficiente para los usuarios que los que violan la ley.
Entretanto, Ek se ha convertido en una de las figuras más influyentes del mundo de la música, según la revista oficiosa de la industria, Billboard. Lo cual tiene más mérito, porque, con muy contadas excepciones, Spotify no ha ganado dinero. Y sigue sin hacerlo. Es más, el previsible final del Covid-19 ha coincidido con una serie de beneficios récord de las tres multinacionales discográficas -la francesa Universal, la japonesa Sony, y la estadounidense Warner- y una expansión aún mayor del streaming, y con un sorprendente frenazo de Spotify, que ha perdido cuota de mercado.
En principio, la estrategia de Spotify recuerda a la de Amazon. Durante dos décadas, el gigante del comercio electrónico (y ahora también de la ‘nube’) renunció a dar beneficios porque invertía todo lo que ganaba en desarrollar nuevos servicios y en expandir sus operaciones, que incluyen precisamente el servicio de streaming Amazon Music. Pero Spotify no ha logrado el apoyo de los inversores que siempre tuvo Amazon.
Desde que salió a bolsa en 2017, la empresa sueca ha tendido a tener un comportamiento peor que el índice Standard & Poor’s, que concentra a las 500 mayores empresas de Wall Street. Las únicas excepciones fueron 2018, justo después de la OPV, y los doce meses que van de marzo de 2020 a marzo de 2021, cuando el Covid bloqueó la economía mundial. Pero, desde que las vacunas han empezado a extenderse, y tras dos trimestres en los que no alcanzó el número de suscriptores que demandaba el mercado, la empresa se ha despeñado. En lo que va de año, Spotify ha caído un 10,45%. El Standard and Poor’s ha subido un 19,5%.
Los problemas para ganar dinero con la distribución de música online no son exclusivos de Spotify. Apple Music, que es la división del gigante del iPhone de streaming, nunca ha ganado dinero. Tidal -entre cuyos fundadores y máximos responsables está la estrella de hip hop y marido de Beyoncé, Jay-Z- tampoco hace públicos sus resultados, pero la prensa estadounidense calcula que perdió 55 millones de dólares (46 millones de euros) al año. Los ingresos de YouTube se han duplicado en un año, pero su dueña, Alphabet, no da las cifras de sus beneficios. Y, en todo caso, el servicio de más éxito de esa plataforma de vídeos es YouTube Shorts, que no es de música, sino segmentos muy cortos para competir con la empresa china TikTok. Amazon Music -que tiene 75 millones de canciones, frente a 50 de Apple Music y 35 de Spotify- tampoco da dinero.
Pero, en muchos de esos casos, las pérdidas no son un problema en esta industria. Apple va a mantener y reforzar su división de streaming de audio porque es una pieza fundamental en la estrategia de su máximo responsable, Tim Cook, para desarrollar su división de servicios, que incluye desde tarjetas de crédito hasta Apple TV+. Amazon tampoco va a cerrar su servicio de streaming.
Y, pese a las pérdidas millonarias de Tidal, Square -la empresa de servicios financieros online que Jack Dorsey dirige por las mañanas, ya que por las tardes se encarga de la red social Twitter – pagó en marzo 297 millones de dólares (250 millones de euros) por el control de la compañía. Eso sí que es un hit de Jay-Z, y no todos sus números uno (ni los de su esposa): lograr que paguen por una empresa cinco veces lo que pierde en un año. El objetivo de Dorsey, sin embargo, no tiene que ver con el streaming, sino con aprovechar la base de músicos de hip hop de Tidal para construir una plataforma de servicios financieros online para los profesionales de la música.
Así, Spotify ha creado un mercado y se ha convertido en el líder indiscutible, como revela el hecho de que tenga el doble de usuarios que su más directo competidor, Apple Music. Sin embargo, no ha conseguido, al menos por ahora, alcanzar la rentabilidad sostenida. En un momento en el que las grandes tecnológicas están entrando de manera masiva en la creación de contenido, y con los músicos tratando de conseguir un mejor reparto de los ingresos por streaming, eso puede poner aún más presión a Ek. Por ahora, sin embargo, no hay rumores ni de compra ni de cambios en Spotify. La inventora de la industria del streaming no va a cambiar.
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#ExpresionSonoraNoticias Tomado de http://estaticos.elmundo.es/elmundo/rss/cultura
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